martes, 25 de septiembre de 2012

pensamiento, emoción, acción

Las personas, o sea nosotros, poseemos un campo de expresión llamado "cuerpo" a través del cual interactuamos con el entorno. Este cuerpo de manifestación o existencia consta de sentidos perceptivos (los clásicos 5 sentidos visión, audición, olfación, gusto y tacto) y de efectores o extensiones motoras para la expresión, que también son 5 (brazos, piernas, genitales, aparato fonador y aparto excrementicio).

Todo esto es lo que se llama el "cuerpo denso". En ciencia occidental se lo estudia con la tabla química de elementos, en oriente se utiliza una clasificación más sencilla de 5 elementos tierra, fuego, etc. (varía de una tradición a otra).

Aparte del cuerpo denso, tenemos una sección de nuestra existencia, totalmente perceptible y por lo tanto científicamente señalable, que se clasifica como "cuerpo sutil" que consta de la mente (la loca de la casa que divaga constantemente saltando de una idea, plan o imaginación a otra), la inteligencia (que discierne y ordena el caos de la mente, aplicando numerosas herramientas de selección, reproducción, aislamiento, análisis, etc.) y la identidad o concepto de mí mismo.

Además de la mente y la inteligencia, existen energías y fuerzas que movilizan esas energías en todo nuestro cuerpo, no solamente la mente etc. Dichos movimientos energéticos son llamados comúnmente "emociones" y se caracterizan entre otras cosas y resumiendo porque:
- son poderosos al punto de romper nuestras barreras a su expresión tarde o temprano
- no pasan a través de un análisis de nuestra inteligencia sino que tienden a expresarse directamente, espontáneamente (pero podemos diferirlos o reprimirlos dependiendo de las circunstancias y de nuestro "entrenamiento" para ello).
- son mayormente inconscientes (a menos que uno se haya "entrenado" para reconocerlos y administrarlos)
- suele decirse que su sede es el "corazón" y esto porque el órgano corazón es un importantísimo centro energético relativo a las emociones.

Finalmente, tenemos el campo de nuestras acciones, es decir los movimientos energéticos de nuestro cuerpo denso en el entorno, que normalmente son voluntarios y planificados (aunque pueden no serlo, pero entonces entran dentro del campo de las emociones). Las acciones tienen la característica de que generan reacciones en el medio ambiente.

Las emociones no son las acciones, sino las fuerzas o movimientos energéticos inconscientes, etc. (todo lo que ya dijimos) que producen algunas de nuestras acciones, importante distinción.

Los grandes sistemas de análisis de nuestra realidad existencial utilizan clasificaciones como ésta, pero yo propongo ésta por ser la más clara, además de muchas aplicaciones prácticas que se derivan de ella. Coincide por ejemplo con los 3 rayos mayores del sistema de 7R... (quien sepa entenderá).

Introduzco entonces estos elementos como herramienta posible y de ninguna manera digo que esto es la realidad o la verdad, solamente un modelo posible de análisis. Es necesario hacerlo en este punto porque si queremos avanzar en conceptos como el de "envidia" que prometí analizar, bien la "envidia" es ante todo una emoción, entonces se hacía necesario aclarar lo que expuse en esta entrada.

viernes, 7 de septiembre de 2012

El servicio

Desgraciadamente, se ha bastardeado la palabra servidor, y más aún la palabra sirviente (yo prácticamente no uso "sirviente" excepto para el servicio propiamente dicho). Como muchas otras palabras reales y útiles, se la ha bastardeado asociándola a situaciones negativas e indeseables (como la esclavitud) o maldefiniéndola, o trabajando sobre su opuesto, es decir agrandando el ego falso de las personas.


Igual que con el amor, es necesario decir varias cosas del servicio:

El servicio es la expresión práctica y real de un amor que de otro modo sería meramente imaginario.
El servicio es el estado natural de toda persona, no podemos evitar servir; de hecho, estamos sirviendo todo el tiempo a otros: nuestros hijos, nuestras parejas, nuestra mascota.
La persona consciente elige a quien servir. El resto simplemente sirve, inconsciente de a quién está sirviendo...
El servicio tiene diferentes expresiones llamadas: amor conyugal; paternidad, maternidad y relaciones de parentesco; amistad; servicio propiamente dicho e indiferencia favorable.
Un maestro es como un padre, así entra dentro de esa categoría.

La felicidad no se alcanza cuando me centro en tratar de disfrutar yo, se alcanza cuando disfruto el disfrute del otro a quien sirvo, lo cual es parte de nuestra definición de amor (ver entrada anterior). Quienes hicieron la prueba lo saben. Algunos sólo probaron los "sinsabores y sufrimientos de la vida" que no son más que el resultado ilusorio de una actitud centrada en el disfrute personal. Otros cansados de eso mismo, probaron el servicio y encontraron otra dimensión en sus vidas.

El servicio es la clave de la felicidad, porque no hay diferencia entre servicio y amor y el amor es la clave de la felicidad.

No queremos con esto decir que el servicio debe hacerse "a tontas y locas" o sea caprichosamente. Hacer un servicio que corresponde a otra persona, aunque lo hagamos perfectamente, no acarrea siempre felicidad y de hecho muchas veces nos mete en problemas. Hacer un servicio que me corresponde siempre trae aparejada la verdadera felicidad, aquélla que es permanente, no transitoria. Esto sólo puede saberse por experimentación, no puede demostrarse matemáticamente ni sirven los argumentos lógicos para probar que es así.

¿Cuál es el servicio que me corresponde? Eso lo sabe cada quien para su situación particular, pero es fácil ver que si tu padre está en el hospital, tu servicio de acompañarlo y ayudarlo te corresponde. Éste es un ejemplo claro, pero incluso ese ejemplo tiene excepciones. Luego cada quien sabrá cuál servicio le corresponde. Y el que no sepa, que pregunte... lógico, ¿no?

El servicio es un estado armónico con quienes nos rodean y con la naturaleza misma.

No se trata de amoldarse, sino de armonizar... En este sentido, cada persona tiene servicios apropiados a su personalidad (no amoldarse) y apropiados de acuerdo al entorno o sección del universo donde le ha tocado nacer (armonizar). Las personas pueden descubrir ese servicio por sí mismas o pueden recurrir a otra persona para que les ayude a descubrir ese servicio. Cuando la persona se sitúa así en "su" servicio, alcanza la felicidad, y se siente tan feliz, que no desea hacer otra cosa.... me atrevería a agregar: "jamás". En otras palabras, encuentra su servicio eterno. El gran problema de la civilización actual es que las personas no están realizando su servicio eterno, sino un servicio que no es el suyo, que ha sido impuesto por otras personas en contra de sus deseos. Esto coincide con nuestra definición de violencia. En otras palabras, se está violentando a las personas masivamente. Ésa es la verdadera causa mayor o final por la cual no hay paz ni unión mundial: porque no hay felicidad real, sólo espejismos de felicidad, que duran un instante y luego se ven reemplazados por extensos períodos de infelicidad.

Cada persona tiene un servicio eterno que le significa la felicidad eterna. Cuando la persona se sitúa en ese servicio eterno, se vuelve feliz eternamente y así ya no desea otra cosa. Ésa es la razón por la cual puede ser feliz eternamente.

No es necesario para la felicidad general que las personas realicen otro servicio que no sea el que les corresponde eternamente. Incluso cuando ese servicio pueda parecer muy simple o desproporcionado con el de otras personas.

Cuando una persona está situada en su verdadero servicio eterno, no tiene envidia, pues se siente feliz. Cuando por el contrario, está situada en un servicio que no le corresponde, se vuelve envidiosa, entre otras cosas, pues en el fondo de su corazón siente que no es feliz, aunque superficialmente crea serlo.

En un próximo artículo definiré la envidia, pero damos aquí un atisbo. La envidia es la causa madre de todos los errores, o sea: el primer error. No es una falta personal, no es atribuible al individuo, sino a la organización deficiente...

miércoles, 5 de septiembre de 2012

El Amor


En esta ocasión simplemente expondré definiciones de Amor, sin mayores explicaciones. Espero comentarios y debate.

El amor tiene muchas definiciones, que no son excluyentes entre sí sino complementarias. Aquí van algunas de ellas:

El amor es el estado de existencia donde no existe separación entre los seres que se aman, mientras al mismo tiempo se mantiene la conciencia individual.

El amor es servicio desde yo hacia otro u otros

El amor es mi disfrute del disfrute del otro hacia quien dirijo mi servicio.

El amor es recíproco, pero no espera reciprocidad


Ahora por favor, ¡comenten!

Las funciones sociales

(Por sugerencia de alguien cambié el término utilizado en el título. Había puesto "Las clases sociales". A partir de allí entiéndase lo que sigue)

Este tema es difícil de abordar, ya que muchas personas y ciertas corrientes filosóficas abogan por la anulación de las clases sociales. Por ejemplo, el marxismo.

En realidad, más allá de los deseos de estas personas, las clases sociales existen. TODAS las sociedades tienen una organización que ubica a sus integrantes en diferentes posiciones o funciones.

El deseo de anular las clases sociales se produce cuando la persona observa que lo que diferencia a unos de otros es algo injusto, por ejemplo el hecho de ser "hijo de" o sea los genes (antes se decía "la sangre") o bien el dinero o riqueza que se posea.

Por ello es necesario comprender que la división natural en clases sociales no se basa en dichos factores injustos, sino en las cualidades o habilidades de cada quien. Por ejemplo, si alguien es muy fuerte y es hábil para transportar cosas o para cavar etc... se dice que es un trabajador. Si alguien es hábil para administrar y para proteger a otros se dice que es un comerciante o empresario. Si alguien es hábil para administrar y proteger en un nivel mayor, y además para distribuir las diferentes funciones y los bienes, se dice que es un gobernante. Si alguien es hábil para conocer todas estas cosas, así como otras que hacen a nuestra existencia y a los deberes de cada quien, se dice que es un intelectual.

En otras palabras, la clase social se basa en las habilidades o cualidades y no en los genes ni en la riqueza ni en ningún otro factor. Por supuesto, hoy en día en el mundo no siempre la realidad refleja estos conceptos, pero en general si es así. Muchas veces la aparente injusticia no es tal, todo depende de cómo percibimos la realidad y la interpretamos. Si solamente nos centramos en el factor económico sin tener en cuenta otros factores en nuestro análisis, lógicamente pensaremos que hay injusticia, por la siguiente razón:

La clase gobernante necesita manejar mucho dinero para poder proteger y distribuir la riqueza entre todos. Cuando la clase gobernante se presenta ante otros gobernantes del mundo, necesita mostrar esa riqueza de su país. Él no puede presentarse como un pobre, porque entonces otros lo despreciarán y así no conseguirá firmar acuerdos o negocios con ellos. Ya los mismos comerciantes se manejan de esa manera entre sí. Incluso el simple trabajador, cuando sale por ejemplo a buscar una pareja, se viste con sus mejores ropas, se perfuma, etc... Es algo natural. Otra cosa es que el gobernante se la pase de juerga con el erario público, pero al menos ante los ojos de otras personas debe aparecer como alguien adinerado, pues es el representante de la riqueza de todo su pueblo. Por supuesto hay diferentes estilos de gobierno. Algunos gobernantes prefieren mantener un nivel bajo y viven en casas simples con pocas posesiones, etc. (conozco unos pocos así). Pero no debe ser culpado quien representa a multitudes si en su apariencia se muestra como rico y poderoso.

Entonces

1) Lo que prima a la hora de analizar las clases sociales es fijarse si las diferentes personas cumplen o no su función, si son responsables, eficientes, productivos, y todos esos términos asociados con la función de esa persona.

2) También es natural que toda persona se ocupa en aquello que en mayor o menor medida le agrada. Es decir, que su clase social también tiene que ver con sus gustos; pero no solamente con sus gustos. Uno puede tener gusto por la música pero ser inhábil en la ejecución de instrumentos o el canto, etc...

3) Las funciones no son inamovibles. Una persona puede cambiar de clase social a lo largo de la vida. Esto también es una realidad, de hecho se da constantemente en muchas sociedades.

Ahora expondré algo que es mi opinión, y la de gente que conozco.

En realidad sería deseable que la función de gobernante y a función de intelectual fueran ocupadas vitaliciamente. Cuando el gobernante sabe que sólo durará unos pocos años en su función, se ve tentado a usar esa posición para su propio beneficio. En cambio, cuando él simplemente sabe que tendrá esa posición vitaliciamente, ¿para qué le serviría robar si ya tiene todo lo que necesita para vivir cómodamente? En este sentido y otros que podríamos analizar, la monarquía es mejor que la democracia. Sin embargo para que la monarquía funcione, es necesario que la persona gobernante sea íntegra. Como los monarcas de la historia reciente fueron personas no íntegras, la monarquía llegó a su fin naturalmente (a través de revoluciones). La democracia es un mal menor, permite tener a raya a los gobernantes no íntegros, pero es como tener una pierna rota y usar muletas de por vida en lugar de reparar la pierna.

Los intelectuales por otra parte, tienen por función aconsejar a los gobernantes. Como pensadores que son, ellos son la "segunda cabeza" de la sociedad. Mejor dicho, ellos son la cabeza pensante de la sociedad. Los gobernantes ni siquiera son la cabeza de la sociedad, ellos pueden más bien ser comparados a los brazos, pues su función es proteger y proveer (trabajo para todos). En definitiva, los gobernantes deberían siempre consultar con los intelectuales antes de tomar decisiones. Es por ello que los intelectuales deberían también estar bien provistos de todo lo necesario para que puedan continuar con su trabajo de analizar la sociedad y sus movimientos, a fin de aconsejar apropiadamente a los gobernantes. Ellos no necesitan mostrarse ricos, pero sí necesitan lo necesario para vivir cómodamente y cumplir su función... lo mismo que todas las personas en otras palabras. También es ideal que ellos trabajen toda su vida en esta función, pues la inteligencia se pierde más difícilmente que la fuerza física con la vejez. Incluso, la vejez es el momento ideal de un intelectual, debido a toda la experiencia de vida acumulada. Al revés de lo que sucede por ejemplo con los trabajadores, los intelectuales más ancianos deberían ser los primeros consejeros (en general).

Después de estos análisis podemos ahora sí intentar una definición de "clase social":

La función social es la función natural que a una persona le corresponde de acuerdo con sus habilidades o cualidades y con sus gustos; en relación con otras personas, en el seno de una comunidad o sociedad en particular, por un determinado período de su vida.

"Por un determinado período de su vida" hace relación a lo que hablábamos de la movilidad de las clases sociales. Puede ser un período corto o puede ser vitalicio.

Respecto a qué relación hay entre la familia y genes con los que se nace y la clase social, podemos decir que esto es variable en diferentes sociedades del planeta. En algunas, se tiende a seguir la clase social del progenitor; en otras se tiende a cambiar de clase social. Esto está relacionado con un análisis más complejo y que excede el título de esta entrada, que es la organización mundial. Algo de ello hemos escrito en otro blog nuestro, titulado "La Central del Sur Extendida".

martes, 4 de septiembre de 2012

La violencia

Entonces, en nuestra entrada anterior definimos la felicidad y terminamos preguntándonos qué sucede cuando hay conflicto de deseos. Esto nos da pie para analizar nuestro siguiente concepto:

LA VIOLENCIA

Violencia significa:

Obligar a alguien a obtener algo que no desea

Como  se ve, el concepto contiene en sí parte de nuestra definición de felicidad, por ello es que primero definimos la felicidad, en la entrada anterior.

1) La violencia es una acción que se realiza en relación a otra persona. Es importante notar que somos seres relacionados unos con otros. Nadie existe sin relación con otros seres. Estamos todos interconectados y nos relacionamos de diversas maneras.

2) La violencia implica una acción que se impone sobre otra persona. Por eso uso el término "obligar". En otras palabras, se trata de ir en contra de la voluntad ajena o de actuar sin averiguar primero cual es el deseo ajeno.

3) La violencia atenta contra el deseo ajeno. Habíamos definido la felicidad como "obtener siempre lo que se desea y nunca lo que no se desea". La violencia apunta a la segunda parte de la definición de felicidad: lo que no se desea. Soy violento cuando obligo a otro a obtener lo que no desea.

4) Esta definición de violencia es suficientemente amplia para abarcar todo tipo de violencia, ya sea física, verbal, por omisión o por acción, y cualquiera sea el móvil o la categoría de la persona que actúa o a la cual se dirige la acción.

5) Nótese que, según el punto (2), hablamos de "obligar". Si yo simplemente hago una propuesta, dejando margen para que el otro decida por sí mismo si quiere aceptar lo que le ofrezco o propongo, entonces no se trata de violencia, aún cuando sea algo que el otro no desea. Por el contrario, cuando no dejo esa libertad de elección, por ejemplo cuando le pongo algo en las manos sin preguntarle primero, o bien -en otro extremo- cuando usando algún tipo de poder, lo amenazo para impedir que diga o haga algo que desea decir o hacer, estoy ejerciendo violencia. Este último caso es debatible, yo podría amenzar y no ser violencia en el sentido que el otro puede hacer caso omiso de mi amenaza, por eso digo "usando algún tipo de poder", por ejemplo a punta de pistola, o cuando hay una dependencia del tipo que el otro es mi empleado y lo amenazo con despedirlo.

La Felicidad

Bien comenzaré por el concepto más importante para todos... absolutamente todos. Y digo esto por que al fin y al cabo, todos estamos buscando una sola cosa y eso se llama

FELICIDAD.

Así que comencemos por definir la felicidad. Esta definición yo ya la había publicado en otro blog, llamado "La Central del Sur", así que quienes leyeron dicho blog -y de paso lo recomiendo- ya conocen esta definición. A diferencia de "La Central del Sur", en este blog todo el contenido será fácilmente aceptado en cualquier sistema filosófico, es por ello que lo llamo "definiciones universales". En cambio, en el otro blog, si bien expongo contenido que es verdadero, pueden muchas veces quedar dudas o considerarse sólo opiniones mías, ya que hablo de cosas que no siempre son verificables a los sentidos.

Aquí en cambio, todo será perfectamente verificable. Claro, cuando uno habla de "felicidad", pensarán muchos que es imposible verificar ese concepto. Pero cuando lean la definición que propongo, se darán cuenta automática y naturalmente que sí es posible ponernos de acuerdo.

Así que aquí va, primero la definición y luego la explicación:


Ser feliz significa obtener siempre lo que quiero y nunca lo que no quiero.

1) La felicidad es un asunto individual. Podremos más tarde discutir si lo que quiero es beneficioso o perjudicial para mí mismo o qué pasa si para obtener lo que quiero debo pasar por sobre el derecho o la felicidad de otra persona, pero en definitiva quiero ser feliz YO, no otro. Y si quiero que otro sea feliz, es un agregado a mi propio deseo de felicidad para mí. Por ejemplo, se puede llegar al punto muy avanzado de considerar que soy feliz cuando veo que otros son felices. Si uno está así situado eso es muy loable, pero en definitiva busco mi propia felicidad, porque si yo no fuera feliz, ese tipo de deseo o situación no podría mantenerse durante mucho tiempo.

2) Hablamos de "lo que quiero", es decir del DESEO. Como personas que somos, deseamos cosas. Mi propuesta es que la felicidad está directamente conectada con esos deseos. De hecho, básicamente realizamos tres actividades: pensar, sentir y desear. Estas al menos son las actividades de la persona o también de la mente. Por supuesto el cuerpo realiza otras actividades más "densas" tales como tomar cosas, caminar, etc... La felicidad no es algo que se piensa, podríamos decir que se "siente", pero en definitiva, depende de un deseo satisfecho o no.

3) Cuando decimos "satisfecho o no" establecemos el hecho que el deseo en relación con su cumplimiento tiene dos resultados: la obtención del deseo o la no obtención del deseo. Toda la realidad es así dual (en un sentido), y esto también sucede con el deseo: puedo satisfacerlo o no.

4) Cuando satisfago un deseo soy feliz, cuando no lo satisfago no soy feliz. Este es el aspecto positivo. Pero también hay un aspecto negativo: a veces deseo que NO suceda tal cosa, o NO tener tal cosa. En ese caso, hablamos de lo que NO deseo. Se trata de otra dualidad: el opuesto o negativo.

5) Entonces, cuando SI obtengo lo que SI deseo soy feliz y cuando NO obtengo lo que NO deseo, también soy feliz. Si obtengo lo que no deseo, dejo de ser feliz, y si no obtengo lo que deseo, no logro o no llego a ser feliz.

6) Había dicho que analizaríamos qué pasa cuando por ejemplo hay conflicto de deseos de diversas personas, etc. Estos asuntos superan la definición de felicidad y serán analizados en las entradas subsiguientes.